"El futuro, cuando está listo para nacer, hace que el pasado sea obsoleto. Este es el significado de todas las crisis."
Los factores astrológicos que señalan los momentos de crisis de nuestra vida son diversos. Una carta natal con un exceso de cuadraturas entre planetas, un Plutón fuerte, configuraciones planetarias como la T-cuadrada, etc, es indicativa desde un primer momento de puntos de tensión y bloqueos en la persona. Pero tenemos que observar la carta en movimiento para reconocer esos momentos críticos que toman la forma, muchas veces, de acontecimientos externos que no hemos provocado y no sabemos por qué nos ocurren. Son los tránsitos y las progresiones.
Los planetas se mueven a lo largo de la carta (progresan o transitan) tocando los diversos factores de la misma. Todas las personas experimentamos los ciclos de Saturno, de Urano, de Neptuno y Plutón con mayor o menor intensidad y el Sol, la Luna, Mercurio, Venus y Marte progresan en un movimiento simbólico por nuestra carta reflejando nuestro viaje interior.
La carta natal muestra, por tanto, nuestros procesos vitales internos y externos y nos va indicando la proximidad de los momentos difíciles de la vida. Algunos procesos son comunes (nos ocurren) a la mayoría de la gente, como el retorno de Saturno a su posición natal de los 27 a los 30 años, que es una etapa de maduración personal; otros son individuales y dependen de la carta natal personal. Pero los factores más decisivos en el tema de las crisis son los planetas transpersonales. Cuando transitan por nuestra carta y hacen algún aspecto a uno o más de los planetas natales, es ahí donde podemos notar con más fuerza la llamada del cambio.
Dane Rudhyar expresa con claridad el sentido de estos tránsitos, aunque se refiere específicamente a Urano y Neptuno:
"La función de Urano es revelar esta meta (entrar en una nueva vida) al individuo con una lluvia de nueva luz - aunque al principio parezca cegadora. Una vez que se acepte la nueva visión, la nueva meta, entonces Neptuno podrá proceder constructivamente a cambiar la química, la sustancia misma de la personalidad de un individuo. Si la persona rehusa cambiar o inclusive admitir la posibilidad de cambio, entonces la vida la abatirá o la dejará varada en su pequeño mundo egocéntrico con sus triunfos y virtudes gradualmente más vacíos o sus locuras y pecados "promedios"."
Plutón es el nivel de transformación a través de la muerte y destrucción de lo viejo y de lo inservible; es lo simbolizado por el mito del Ave Fénix, que moría para renacer de sus propias cenizas. Urano nos libera a través del cambio y la revolución, 'dando la vuelta' a lo que antes existía y Neptuno nos sumerge en las aguas de la confusión y el desengaño para transformar nuestras emociones desde lo más profundo.
Pero el verdadero cambio se produce cuando, al mismo tiempo que hay un tránsito de estos planetas, hay una cuadratura o una oposición del Sol, la Luna o los otros planetas personales progresados a Urano, Neptuno o Plutón natal. Como dice Dane Rudhyar:
"Estos son habitualmente casos decisivos en los que sobrevendrá el desafío, por así decirlo, tanto desde dentro como desde fuera. La vida interior está lista para el cambio; y bajo la presión de esta necesidad interior, espiritual y quizá biológica de cambio ("progresiones"), una cadena de notables acontecimientos enfocará muy marcadamente los asuntos, perturbando en profundidad la vida social o familiar del individuo ("tránsitos")."
La oportunidad que nos ofrece la astrología cuando experimentamos estas crisis es la de entender, aceptar y actuar a favor del cambio, para poder recoger los frutos de renovación, liberación, crecimiento y transformación internos que nos ayudan a alcanzar un mayor desarrollo y plenitud personal. De otra manera, si nos rebelamos, nos estancamos y negamos las crisis, lo que ocurre normalmente es que volvemos a la situación anterior, a la "normalidad", y no se produce crecimiento. Por eso es importante aprender a ser conscientes de nuestros procesos y conseguir que cada experiencia negativa se convierta en algo productivo.
Terminando con Dane Rudhyar:
"Los individuos que aceptan, dan la bienvenida y asimilan comprensivamente las nuevas metas de la evolución para sí mismos y para la humanidad, se convierten en las "semillas" del nuevo ciclo. Ellos son los "padres" de mañanas más grandes, las fuentes de vida más abundante."(Todas las citas son de Dane Rudhuyar, de su libro "La astrología y la psique moderna", pp.217-226)
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