En el texto anterior vimos cómo los signos zodiacales podían dividirse según la categoría de los elementos (Fuego, Aire, Tierra y Agua). Además de estudiarlos por esta categoría, los signos tienen otras cualidades , según las cuales pueden ser:
- CARDINALES: A D G J
- FIJOS: B E H K
- MUTABLES: C F I L
Estas modalidades de los signos nos indican las distintas formas en que la energía de los mismos se expresa. Así, lo signos cardinales nos hablan de una forma impulsiva, extrovertida y activa de la energía; los fijos, de contención, conservadurismo, obstinación, y mantenimiento de la energía; los mutables, de versatilidad, adaptabilidad y transmisión de la energía.
Los cuatro signos cardinales tienen en común esa cualidad de irradiación hacia afuera de la energía, aunque cada uno pertenezca a un elemento diferente. Así, Aries expresa impulso y acción, fuerza de exteriorización y extroversión. Nos lleva a la mente la imagen de la persona que se lanza "de cabeza" sin pensar en lo que está haciendo, que actúa con rapidez y es pura energía. Cada signo expresa esa cardinalidad de manera diferente: Cáncer, por ejemplo, es movido por los sentimientos (es un signo de Agua); Capricornio (es un signo de Tierra), se mueve por el impulso de mejorar la sociedad mediante el trabajo y la organización constantes...
Los cuatro signos fijos tienen en común la tendencia a la inmovilidad, a no modificar su estatus y a no cambiar o a mantener lo que han obtenido después del cambio. Tauro, por ejemplo, quizás por ser de Tierra, tiene las características más notables de los signos fijos. Es como una montaña, inamovible, difícil de cambiar, obstinado.... Pero Acuario, el gran signo de la rebeldía y la revolución, también es fijo, por eso tiende a cierto fanatismo y a cierta inmovilidad en sus ideas (es difícil de contradecir).
Los signos mutables tienen en común la capacidad de adaptarse a cualquier situación. Son volubles y versátiles, indecisos y permeables. Géminis, por ejemplo, pica de aquí y de allí y va transmitiendo lo que sabe de un lado a otro, relacionándose con personas diversas y viendo al mundo desde las múltiples perspectivas que eso le da; Piscis, signo de Agua, se adapta con tanta facilidad que es capaz de establecer relaciones simbióticas con los demás, movido por una gran empatía y comprensión emocional...
Ver los planetas que tenemos en cada signo nos va a dar una idea general de cómo nos expresamos, pues cada signo es de un elemento y de una modalidad. Sabremos si tendemos a ser más emocionales, o tenemos un sentido pragmático y materialista de la vida; si prevalece la intuición o la racionalidad en nuestra forma de mostrarnos al mundo; si tendemos a actuar, o a mantenernos en nuestro sitio, etc. Y así, hasta combinar todos los factores.
Es interesante observarnos y observar a las personas que conocemos para entender la forma en que las energías se muestran, pues al fin y al cabo, la Astrología sólo es un medio, un instrumento perfecto que nos indica lo que somos. Aplicar la teoría a la realidad viva personal es la mejor forma de comprobar su exactitud.
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