26 de julio de 2012

La percepción astrológica de las crisis (1)

            Hoy más que nunca la palabra "crisis" resuena en nuestros oídos. Los grandes cambios a los que nos estamos viendo sometidos en los últimos años se han acelerado bruscamente y la percepción generalizada de la vida viene, para la mayoría de la gente, teñida del color de la incertidumbre, de la angustia, de la tristeza, y de otras tantas emociones que se hacen difíciles de soportar, sobre todo cuando se escuchan cada día, en cualquier sitio, y en tantas bocas diferentes.

      Las crisis son cambios. Cambios que se producen en toda la sociedad o cambios individuales por circunstancias que nos atañen personalmente. Sean del tipo que sean, las crisis invocan un cambio necesario en las circunstancias sociales o individuales; tienen un sentido, un significado, una razón de ser que no siempre comprendemos. Incluso a veces tienen que pasar algunos años hasta que el significado de lo que ocurrió se haga luz en nuestra consciencia. 


Dane Rudhyar dice en uno de sus libros que:
 "la crisis es necesaria, pero la forma que tome no es inevitable. El estado de cambio y transición, el hecho de que haya un trastorno, son necesidades de la experiencia humana; pero el cambio social no es preciso que signifique una revolución violenta, tal como una crisis personal de crecimiento no es menester que produzca enfermedad, neurosis o insania."
          Sin crisis no hay transformación, no hay evolución. Pero lo peor de todo es el dolor y el sufrimiento que causan y que nos parecen tan inútiles. 
         A veces las crisis son causadas por acontecimientos externos que no podemos controlar; otras veces, las causas son más personales y, por ello, las manejamos más fácilmente. La actitud que tomemos ante ellas nos facilitará o nos dificultará el camino de salida a las mismas.
     Si entendemos las crisis como procesos vitales necesarios para nuestro desarrollo personal, dentro de un marco de evolución "espiritual", quizás el dolor y el sufrimiento sean más soportables y, con el tiempo, cuando afrontemos nuevas crisis, posiblemente dispondremos de herramientas que nos hagan el camino un poco más fácil de transitar.

        Aceptar cada minuto que vivimos como parte de un proceso que nos da la posibilidad de llegar a ser mejores de lo que somos es el gran mensaje de los momentos de crisis. Podemos esperar a que la perturbación pase para volver a la situación anterior sin haber cambiado, o podemos transformarnos a través del dolor o la angustia y salir de la crisis con algo más aprendido y con un mayor sentido de la libertad personal. Podemos seguir formando parte de lo mismo o actuar a favor de nuestro si-mismo interior, centro de nuestra consciencia. Podemos bloquearnos y empeñarnos en mantener una actitud individualista hacia el mundo o revertir el fruto de nuestro aprendizaje en los demás. 

        Meditemos profundamente para que aquéllo que podamos ofrecer a la vida tenga la calidad de lo verdaderamente transformador y el sello de nuestra individualidad única y creadora.


La cita es del astrólogo Dane Rudhyar, sacada del libro "La astrología y la psique moderna", p.216

22 de julio de 2012

Urania




       A Urano (del griego Οὐρανός, que significa "cielo" o "firmamento") se le considera el regente de la Astrología, la Psicología y la Astronomía, entre otros temas. Pero mucho antes de que se descubriera el planeta y se le pusiera ese nombre, el Urano mitológico, el dios del firmamento, se relacionaba con Urania.

      Urania (del griego Ουρανία, "la celestial") era una de las musas de la mitología clásica. Algunas tradiciones dicen que estas eran nueve hermanas nacidas del amor entre Mnemósine y Zeus; según otras, eran hijas de Gea y Urano (la "Tierra" y el "Cielo").

       A cada musa se le asignaba una función diferente: a Caliope, la poesía épica; a Clío, la historia; Polimnia, la pantomima; ...a Urania, la astronomía y la Astrología.
       No sólo eran las cantoras divinas, a las que los poetas invocaban antes de empezar sus obras buscando inspiración, sino las representantes de las diversas formas del pensamiento: la elocuencia, la poesía, las matemáticas, la historia, la astronomía...

       Urania se representaba vestida con un manto azul lleno de estrellas, un globo terráqueo a sus pies y un compás, y en el pelo, una corona también de estrellas.

     Hasta el siglo XVII, la Astronomía y la Astrología se complementaban, porque el estudio de los fenómenos celestes iban intrínsecamente unido a los aconteceres humanos. Después se separaron y la Astrología vivió una larga etapa de latencia, hasta las puertas del siglo XX en que volvió a surgir de nuevo y renovada.

       Los griegos utilizaron los mitos para explicar los grandes misterios de la creación y las musas forman parte de esa genealogía de dioses, diosas y divinidades que no sólo dieron lugar a una cosmología (conocimiento del cosmos) sino a la propia historia y cultura de las sociedades antiguas.

       Urania no tenía el rango de diosa, como Afrodita o Hera, o tantas otras del Panteón griego, pero como inspiradora y significadora de la Astronomía y la Astrología podríamos darle su lugar en el Panteón de los símbolos astrológicos como arquetipo femenino de una ciencia-arte que necesita tanto  la intuición como el pensamiento para ser comprendida en profundidad.

18 de julio de 2012

Los elementos de la carta natal

       Cuando vemos el dibujo de una carta natal difícilmente podemos entender qué significan todos esos símbolos y líneas que la forman si no tenemos conocimientos de astrología. No nos dicen nada, y sin embargo, esconden un conocimiento verdaderamente certero y profundo sobre lo que somos que sólo mediante su estudio podemos desvelar. 

        Una carta natal es un dibujo de las posiciones que ocupaban los planetas en el momento de nuestro nacimiento. Para ello, necesitamos saber: la fecha exacta de nacimiento, la hora (si es posible, que sea exacta)   y el lugar de nacimiento. Con estos datos obtenemos la carta natal, que es el punto de partida para estudios posteriores sobre nuestro desarrollo evolutivo pero, para empezar, debemos familiarizarnos con   los elementos principales de la misma. Observemos el siguiente dibujo:
  • La rueda exterior del círculo está formada por doce sectores que son los doce signos del Zodiaco, . Representan las cualidades o formas en que se manifiestan las energías simbolizadas por los planetas. 
  • En la rueda interior y dividida por los dos grandes ejes del Medioelo (MC) y el Ascendente (AC), nos encontramos las divisiones de las doce casas astrológicas, que son los ámbitos de la vida en los que actúan las energías representadas por los planetas.
  • En esa misma rueda están representados los planetas, verdaderos protagonistas de nuestra psique, que representan las distintas funciones de nuestra personalidad.
  • Las líneas de colores del interior del círculo son los aspectos, que indican las relaciones angulares entre los planetas, y pueden ser armónicos (color azul) o inarmónicos (color rojo y verde)
  • El nodo lunar es el punto de intersección de la luna con la eclíptica.
       Cuando empezamos a estudiar la carta, podemos tener la sensación de que cada elemento está "suelto", de que es difícil integrarlos en su conjunto, pero poco a poco cada pieza va ocupando su lugar en el puzzle hasta formar una totalidad, una especie de Mandala astrológico. 



NOTA: si queremos obtener de forma gratuita nuestra carta natal, hay muchas páginas web que nos lo facilitan. Una de ellas es la de www.astro.com.

¿Qué es la astrología?

       Esencialmente la astrología es el estudio del ser humano y de sus relaciones con el resto del  universo a través de la interpretación de la carta natal.  Distintas culturas y civilizaciones han estudiado el lenguaje de los cielos como respuesta a sus inquietudes más profundas sobre lo que somos y el lugar que ocupamos en la tierra y en el universo.
       Algunos pueblos han desarrollado una astrología más enfocada hacia los acontecimientos, otros hacia la persona. También hay diferentes enfoques  que dan lugar a una astrología kármica, médica, horaria, predictiva, psicológica, ... tantas como necesidades humanas hay de conocerse y de conocer el significado de las experiencias que nos acontecen a lo largo de la vida.
       En Occidente la astrología se ha decantado tradicionalmente hacia el estudio del ser humano, de ahí que desde el siglo pasado, en correlación con los estudios de C. Gustav Jung y otros psicólogos humanistas haya evolucionado  hacia una línea de interpretación psicológica y, más allá todavía, hacia en enfoque transpersonal, con autores como Dane Rudhyar, Sthephen Arroyo, Alexander Ruperti, Liz Greene, Howard Sasportas, Richard Idemon, entre otros.

       Estudiar astrología es, por tanto, estudiarnos como seres humanos inmersos en el proceso de la vida, desentrañar los significados de los acontecimientos y comprender que somos una parte de una totalidad, un microcosmos dentro de un macrocosmos. 


15 de julio de 2012

La Intuición en astrología

         La intuición es una función de la mente que permite que nos acerquemos al conocimiento de una forma directa e inmediata, sin necesidad de razonamientos lógicos. Jung la definía en su libro Astrología, psicología y los cuatro elementos como
 "la facultad del hombre de percibir directamente y conocer inmediatamente lo que circunda, trasciende o penetra a través del accionar mas lento del intelecto ligado a la lógica." (pág.37)
       La mente lógica racional necesita discriminar los contenidos de una forma secuencial o lineal, mientras que la intuición comprende de una sola vez el significado de la realidad. La mente objetiva se diferencia así de la mente subjetiva, que percibe el mundo desde el interior y está muy cercana a la experiencia humana.

       La intuición es la facultad que utilizamos para desvelar los contenidos simbólicos  y, por tanto, es lo  que nos hace comprender el sentido profundo del lenguaje de la astrología.

        
       No es una función caótica y desordenada, sino al contrario, sintetizadora y capaz de elevarse por encima de las realidades divididas para captar la totalidad de los conocimientos .Para Jung,
 "El ideal de una ciencia amplia de la psique sería una función de los dos [el intelecto y la intuición]; pero en una psicología que considera que su campo principal de estudio es la vida interior del hombre y el significado de su experiencia, la función intuitiva deberá tener no sólo un lugar sino también ser aceptada realmente como el enfoque primordial hacia una comprensión profunda y satisfactoria de la persona individual." (pg. 39-40)
        Así, al interpretar los factores de la carta natal, solemos definir y entender cada uno de ellos por separado, pero luego vamos relacionando los significados de planetas en signos, en casas y por sus aspectos, estableciendo cada vez más vínculos y aumentando su complejidad. El significado de las partes dejará de ser importante porque iremos accediendo a significados más globales. 

         La mente, de forma consciente, habrá  empezado a sintetizar, a revelar el contenido del conjunto de la carta, y es ahí cuando empezará a entender verdaderamente el lenguaje simbólico de la astrología.

La Astrología como instrumento de la consciencia


En el lenguaje astrológico los símbolos evocan la realidad intrínseca del ser humano, no sólo como individuos, sino como parte de una totalidad mayor inmersa en un proceso constante de evolución. Sin embargo, no todas las personas que acceden al estudio de la Astrología son capaces de entender esto y, de ahí, que a lo largo del tiempo se haya accedido a este lenguaje tan profundamente simbólico desde enfoque muy diferentes, surgiendo “astrologías” que van desde la más puramente mecanicista a la más cercana al conocimiento de la esencia y el sentido del ser humano, recreando la diversidad y pluralidad de nuestras culturas.

Pensemos, no obstante, que la Astrología, aun en constante evolución, deviene de una larga tradición que se pierde en el tiempo, por lo que es reveladora de significados universales que afectan a nuestra consciencia. Es cuando nos situamos en el camino de la autorrealización, cuando el símbolo astrológico despliega sus más valiosas enseñanzas.

La coherencia, el sentido común, la Intuición y la claridad de nuestro enfoque mental hacia este conocimiento, junto con un trabajo personal más intenso mediante técnicas de yoga o meditación, por ejemplo, nos pueden ayudar a utilizar la Astrología como un verdadero instrumento de la consciencia.

10 de julio de 2012

La Astrología en la actualidad


   Los orígenes de la Astrología se pierden en el tiempo y se rastrean a lo largo de la historia en las diferentes civilizaciones y culturas. El ser humano ha buscado siempre respuestas a sus inquietudes vitales y, de una forma profundamente intuitiva, ha desvelado los conocimientos subyacentes en el movimiento cíclico de los astros.

 En su esencia, la astrología sitúa al individuo en relación con el Cosmos y, a través de un lenguaje de símbolos, le transmite el conocimiento de lo  que es y de cómo puede desarrollar sus potencialidades para desplegar cada vez más la consciencia de sí mismo.

     En nuestra cultura occidental se ha ido desarrollando desde el pasado siglo un tipo de astrología muy enfocada hacia la psicología del ser humano, que ha indagado en aquellos conflictos y pautas de comportamiento que de una u otra manera obstaculizan el camino hacia la plenitud personal. Es una astrología que permite obtener un significado de los procesos vitales y que nos indica un camino de evolución consciente. Lo que se llamó en un principio "astrología humanista" dio paso posteriormente  a  lo que se conoce actualmente como "astrología transpersonal", que transciende al individuo y lo sitúa en el camino de la autorrealización y la trascendencia.

     Hay, por otro lado, otro enfoque de la astrología que sitúa al ser humano dentro de la colectividad, en un proceso histórico evolutivo. La astrología a nivel mundial nos permite observar  los movimientos sociales, económicos, culturales, etc., de cada época y ser partícipes con mayor o menor consciencia de ellos. 

     Nuestro momento histórico actual, por ejemplo, bajo la anterior T-cuadrada de Saturno-Urano-Plutón del año pasado y la cuadratura Urano-Plutón de este año nos da las claves de los cambios que están sucediendo a nivel colectivo y nos ayudan a comprender nuestro presente de una manera más amplia, incluso comparándolo con acontecimientos ocurridos bajo los mismos tránsitos en otras épocas de la historia. Así, cuando llegamos a entender adecuadamente el lenguaje de la astrología tenemos la opción de colocarnos en el punto de vista de quien observa, (y asistir pasivamente al desarrollo de los acontecimientos), o podemos ser agentes activos del cambio, de acuerdo con nuestras posibilidades.

     La astrología actual nos ayuda a comprendernos en nuestra individualidad de una manera profunda al trabajar, como hemos visto, con los aspectos psicológicos de nuestra personalidad, y nos ayuda también, desde ese autoconocimiento, a ser artífices de la evolución colectiva si somos capaces de captar el significado intrínseco de los movimientos actuales de nuestra historia. El camino no es nada fácil, pero tampoco imposible, y la herramienta está ahí.